El primer edificio residencial, construido en 2016, fue concebido originalmente para 20 bebés y lactantes, y brinda un hogar afectuoso a los más pequeños de Dunia ya Heri. Se acogen recién nacidos y bebés, algo poco común entre los orfanatos de Dar es Salaam, ya que pocos están preparados para cuidar niños tan pequeños. Las estancias están adaptadas a sus necesidades y proporcionan un ambiente acogedor donde los más pequeños se sienten seguros. Aquí pronuncian sus primeras palabras, dan sus primeros pasos y reciben el amor y la atención de las shangazi. Este edificio es el lugar donde niños abandonados y a menudo traumatizados se convierten en personalidades alegres y seguras, que irradian auténtica felicidad y bienestar.